sábado, junio 11, 2005

LA MUGROSA CORTINA DEL BAÑO

Una mañana,
después de haber desayunado un pedazo de pan y una cerveza,
me metí a la cama de nuevo,
tenía una leve esperanza de que llamaras,
sonó un par de veces el teléfono y revolví las sabanas tratando de buscarlo,
cuando lo encontré ya no tenía caso;
fui a orinar y escuché unos leves toquidos en mi puerta,
hice a un lado la mugrosa cortina del baño y me asomé,
No vi a nadie y ya no se escuchaba nada,
jalé la palanca del retrete,
fui hacia la puerta y la abrí...
Me regañaste porque apestaba a alcohol,
entraste a la casa y por lo menos durante 7 horas estuvimos acostados
observando como algunas descargas eléctricas ocasionaban que una lámpara se prendiera y apagara.

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